BYOB, una maravilla

Seguro que muchas veces os habéis llevado la desagradable sorpresa de tener que pagar tres veces más en un restaurante por una botella de vino que en una tienda. Para evitar este desastre, en Australia existe una ingeniosa solución: la maravilla del BYOB.

BYOB (Bring your own bottle) consiste en que los restaurantes permiten a los clientes traer sus propias bebidas alcohólicas de casa. Usualmente está restringido a botellas de vino. Además, suele ser el único alcohol que tiene sentido llevar de casa, ya que el restaurante suele cobrar una pequeña cantidad (2 ó 3 dólares) por cada cliente que se una a la fiesta. Por esta razón no tiene mucho sentido hacer BYOB con botellas de cerveza.

La ventaja de este sistema es que para una mesa de cuatro clientes, la cantidad a pagar en torno a 10-12 dólares más 15 dólares de la botella de vino comprada en la tienda de licores de la esquina, es mucho más barato que los 60 dólares que cobraría el restaurante por servir la misma botella de vino, lo que supone un gran ahorro.

Es una costumbre australiana que siempre me ha resultado muy curiosa de y reconozco que la practico con frecuencia. He leído que en otros países también funciona, pero lo llamativo de Australia es que esté tan extendida y arraigada. Según un estudio de la Universidad de South Australia un 26% de los clientes lo practica habitualmente y un 67% de ellos prefieren tener la opción disponible . En el estudio también se preguntaba por la principal motivación de los clientes. Lo sorprendente, y no con falta de ironía, fue descubrir que los clientes no lo hacían principalmente por el ahorro, sino por otras razones distintas. Dos de ellas son:

  • Como una estrategia de reducción del riesgo de recibir un vino mediocre ennoblecido en una botella lujosa. Con el BYOB este riesgo desaparece por completo.
  • Para conseguir mayor flexibilidad en el tipo de vino a consumir. Parece ser que las cartas de vinos de los restaurantes son algo limitadas.

Por la razón que sea, es algo muy bien aceptado por el cliente y con gran éxito.

¿Creéis que esta práctica tendría cabida en los restaurantes españoles?

Autor: F. Vedriel

Emprendedor y aspirante a experto en Finanzas y Recursos Humanos

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